domingo, 28 de septiembre de 2014

Elecciones II

Me preguntan por qué digo lo que voto. Me cuestionan mi posición actual cuando hice huelgas, paros, me quejé, grité y pataleé por cosas que el gobierno pudo haber hecho y no hizo. Me llaman panqueque. Me dicen que me doy vuelta como una media. Podría enumerar muchas más "metáforas" o comparaciones... 
Y no me importa. 
No me importa absolutamente nada de lo que digan y también digo que es cierto. Si me quejé, grité y pataleé es porque me importa, es porque pienso en mí. Pero cuando voy a votar no pienso en mí, no puedo votar por lo que me pasa a mí como ser individual, yo voto por un proyecto de país, voto por el futuro para el país. Y sí, claro que sí, siempre va a haber algunos más beneficiados que otros... Pero a usted, que me lee hoy (porque elige hacerlo o porque llegó de casualidad a este encuentro) le digo, imagínese por un instante la posibilidad de que cada uno de los habilitados para votar pensara en sí mismo y lograra su "gobierno ideal" ¿qué país tendríamos? ¿sería eso posible? ¿cómo le parece que podría llevarse acabo? Si tiene las respuestas, le agradezco me deje un comentario y quizás yo esté equivocada una vez más...
Simplemente decir eso. Y decir que yo no vuelvo atrás, que miro para adelante y que tengo ganas de que mi país siga avanzando... 

jueves, 25 de septiembre de 2014

Inspiración

...








Único

Una llamada
Un mensaje
Un error
Un adiós
Un hasta luego
Un te quiero decir y no puedo
Un quiero que me escuches                             
                                               y no estás
Una pregunta                            
                                             Sin respuesta
Y vos
 Y yo
Tan allá
Tan acá

lunes, 22 de septiembre de 2014

Decir

Qué importante 
Poder decir
Decirnos
Y repetir
Repetirnos
Que no somos 
Lo que creemos
Ser
Sino lo que decimos
Decir

jueves, 18 de septiembre de 2014

Cómo

Me canso de escucharte
De verte
Me canso
Ya no sé por qué
Estamos
Ni qué somos
O si somos
Algo
Al menos algo
De lo que una vez
Dijimos
Quisimos
Me siento
Te miro
Me mirás
Nos besamos
Sin reconocer
Nuestras bocas
Nuestras babas
Nuestro
¿Qué es lo nuestro?
¿Qué hicimos?
¿Qué haremos?
Huir
Quedarnos
Besarnos
¿Sin amarnos?
¿Ya no nos amamos?
¿Cómo reconocernos en nosotros?
¿Cómo alejarnos?

¿Cómo?

Setiembre, 2014

In Memoriam




Cuando muere un artista a uno le queda la tranquilidad de que sobrevive. Sobrevive porque a sus palabras no se las lleva el viento ni se borran con el codo. Sobrevive porque el Arte, así, con mayúsculas, es la eternidad. Sobrevive porque cada vez que alguien presione Play para ver una película suya o cada vez que alguien abra un libro o cuelgue una pintura en algún rincón de la casa, ese artista respira... 
Hoy recuerdo a China, pero también a otros que se han sabido ir sin despedirse... Hoy recuerdo a todos aquellos que siguen respirando en este mundo hastiado de saber que algunos no volverán a caminarlo ni a dejar más poesía en el aire... 

lunes, 15 de septiembre de 2014

El Ombligo del Cielo

En el marco de la 9na. Feria del Libro y Promoción de la Lectura de San José tuve la no fácil tarea de presentar la última obra de Rafael Courtoisie. Aquí dejo mi breve reseña que no intenta ser crítica. 


El Ombligo del Cielo

La novela el Ombligo del Cielo ha sido la última novela de Rafael Courtoisie publicada por la editorial Random House. Si tuviera que definirla, sintéticamente, diría que me gustó, pero con eso no estoy diciendo demasiado, pero sí significando mucho. Voy a intentar explicar por qué tan poco puede significar tanto, intentando destacar lo más sobresaliente de la misma. 

La novela tiene varios aciertos, desde mi punto de vista, que permiten que sea más dinámica y entretenida. Para resumir el argumento sin llegar al punto del spoiler, voy a detallar algunos aspectos relevantes sin ahondar demasiado. El Ombligo del Cielo es una novela que transcurre en La Calera, lugar mítico y simbólico de Chile, lugar que si no existiese habría que inventarlo, inventarlo al modo de Macondo, Santa María o Comala, porque yo tuve la impresión de que era una invención y que, de hecho, no existía. Pero me encontré con que allí han sucedido muchas más cosas de las que se relatan en esta novela. La Calera es una ciudad a escala humana, es de esas ciudades que se transitan a paso de hombre, en palabras del propio Courtoisie, de las que uno puede recorrer y conocer sus lugares y sus gentes de primera mano. La Calera que conocemos la conocemos porque detrás de ese narrador hay un poeta/autor que la recorrió y conoció, que transitó sus calles, que dialogó con sus personas y las transformó en personajes. Personajes que, por momentos, se parecen a caricaturas y que transforman el relato en algo fantástico o real maravilloso, mezclando lo realista con lo esotérico. 

Indudablemente, existe en la novela un innegable homenaje a Chile, no solo porque la acción se da en aquel país sino porque alternando con los personajes están ellos, los poetas chilenos, los que fueron Premios Nobel y los que quisieron serlo, sumando a Nicanor Parra, Roberto Bolaño como presencia fantasmal, Gonzalo Millán, y otros que conforman ese mundo en un mundo ideal para hacer poesía. Y creo que es por esa razón que el lenguaje poético propio del autor no desaparece aunque la prosa lo pidiera. La musicalidad de las palabras, las anáforas exactas sin ser demasiadas, la estructura. La obra se desenvuelve de manera dinámica, porque hay una velocidad en la narración que se da, en muchas ocasiones, por párrafos que son una sola oración, dónde no hay puntos sino algunas comas o puntos y coma. O por párrafos tan breves que se asemejan a estrofas y a oraciones que parecen endecasílabos.

Encuentro que el hecho de ser una novela narrada en primera persona es otro gran acierto. Lo es porque la primera persona acerca al lector a la narración y, a su vez, si este narrador (que, inevitablemente, no podemos separarlo del escritor por algunas referencias casi directas al mismo) incluye al lector en su discurso, invitándolo a recorrer ese camino con él, y con el fantasma de Bolaño. Cuando leí la novela sentí que lo que estaba leyendo me estaba siendo contado en persona, que el narrador estaba frente a mí en un auditorio, en un salón de clase o en un café. El Narrador busca a su Narratario, a su lector ideal, a ese que se incluye en el camino de conocer La Calera por medio de la intriga y el suspenso, muy bien manejados, para poder encontrar El Ombligo del Cielo.

Pero incluso hay otra voz narrativa, la primera persona es donde el protagonista/narrador (¿autor?) lleva adelante la acción y se acerca a los personajes de forma directa; pero está el narrador en tercera persona, el que nos va a presentar al gran Vicente Huidobro, el que nos va a contar como en un gran paréntesis a los personajes que interactúan con aquella primera voz. Conviven estas dos voces de manera armoniosa sin que ello sea un problema.

Para resumir, El Ombligo del Cielo es un libro que, además, permite varias lecturas, no apunta a un solo público, y esto es, también, otro punto favorable. Las lecturas pueden ser dos: por un lado la académica, la “entendida”, la que reconoce a los poetas porque los conoce, porque los ha leído, porque se ha acercado a ellos por sus lecturas; por el otro lado, la lectura no “especializada”, la que no ha profundizado en algunos aspectos de la literatura pero que no le es relevante para comprender la obra porque la acción va por otro lugar, porque en esta obra los personajes reconocidos y de renombre son una excusa para la búsqueda del Ónfalo, de la piedra, de El Ombligo del Cielo.

Paula Antognazza.
San José, Setiembre 2014.










domingo, 14 de septiembre de 2014

Elecciones

Estamos en tiempos electorales. Un río complicado, turbulento, inestable. La política ha sido un punto importante en mi vida.
Por las redes sociales anda algo de Bertolt Brecht con lo que estoy de acuerdo, aunque a veces lo haya visto un tanto panfletario. Siento que la gente habla pero no dice y así igual con ellos, los políticos, los eternamente cuestionados. 
Llegan las elecciones y tenemos la posibilidad de decidir. Decidir por mucho más que un presidente, mucho más que 99 Diputados y 30 Senadores: decidimos elegir un modelo de país. Y ese modelo de país se verá reflejado en dos instancias. 
La primera, la que hace casi treinta años tenemos la posibilidad y la que parece ser la mayor preocupación: Representantes legislativos y, sobre todo, Presidente y Vice Presidente. 
La segunda, y para mí la más preocupante, es el plebiscito, algo que también hemos acostumbrado a la población a tener (y a sufrir por ello). El plebiscito para bajar la edad de imputabilidad puedert ser el peor  yerro que podamos realizar. Significaría un cambio radical en nuestro comportamiento y en los derechos. Sería una atrocidad legal. Sería negar los derechos y los tratados internacionales. Sería retroceder. Sería triste, muy triste. 
Simplemente, luego del tiempo transcurrido sin hacer siquiera una entrada para ver qué había por acá, por estos lugares enredados de La Interné. A mí me gustan estos espacios que dan voz, aunque nadie nos escuche...