domingo, 16 de noviembre de 2014

Amor crónico


Hoy voy a pensar desde el lugar que me tocó y no elegí: el de paciente
Solo quién lo padece lo siente. Pueden poner lo mejor de sí, pueden esmerarse e intentar una y otra vez comprender, pero la empatía es difícil en estos casos. Tener una enfermedad crónica es como cuando tenés una relación conflictiva, esas relaciones que van y vienen, que se quieren y se dejan de querer. Y el otro, el que no la padece, es como el amigo que quiere entender porqué continúa esa relación enfermiza.  Una enfermedad crónica es un amor crónico, enfermizo, inconstante, va y viene, te demuestra que te quiere (paradójicamente, cuando te abandona) y sabés que no te abandona, que siempre está ahí, al acecho, mirando sigilosamente. Es el amante inconstante, pero el seguro. Es el amigo con el que no hablás por meses, pero que cuando te reencontrás todo se mantiene, podés tener charlas eternas sin importar cuánto se haya cambiado o pasado durante ese tiempo de ausencias. Ella es así, se mantiene estoica.
Hoy reflexiono desde las sábanas blancas y el almuerzo a las 11, desde las visitas constantes de especialistas observadores de la salud, desde la mejor vista de la ciudad, desde la Suite, como he comenzado a llamarle a este sanatorio, que ya es como mi hotel. No es fácil vivir con este amor crónico, no es fácil no saber qué vas a poder hacer la semana entrante o la otra. Planificar un fin de semana ideal y quedarte con la ñata contra el vidrio mirando cómo eso no va a poder ser, pensar en tantas cosas que el resto de la gente que te rodea sí piensa porque son "normales" o "naturales". Mi normalidad es no ser normal. No es fácil vivir así, ni tampoco con alguien así.
Hace 14 años que convivo con este amor crónico, y no me acostumbro, y no me rindo, pero me aburro. Pero, lamentablemente, no puedo dejarlo, no es una decisión que pueda tomar.. Me encantaría poder decirle: Armá el bolso y andate. Pero no, ella no se rinde. Muchas cosas he aprendido, no es mentira que uno valora más lo que vive, los lindos momentos, la gente. Pero también te volvés más tajante, exigente e intolerante. A veces me pasa que tengo la necesidad de explicarle al mundo lo que es vivir así y saber que tu vida va a ser así, con constantes altibajos. Y que quizás quien lea esto no sepa ni quién soy, ni cómo pienso o siento, pero puede que sí conozca a alguien con un amor como este que yo tengo y pueda comprender un poco más de esta vida no elegida...

jueves, 13 de noviembre de 2014

Algunas leyes de antaño

Esto lo posteé el 14 de junio de 2013 en mi perfil de Facebook. Fue en el marco del referéndum para derogar la Ley de Salud sexual y reproductiva, que había sido votada, luego de un largo proceso, el 17 de octubre de 2012. Las publicidades que pululaban en aquel entonces eran de un gusto muy particular  atacaban derechos y valores esenciales en la convivencia. No le dediqué demasiado tiempo a leerlo, pero creo que hay algunos conceptos que sigo manteniendo firmes y que, pese a que esta que estamos viviendo sea otra instancia, se adaptan a los tiempos que corren. 

Mantuve fiel cada palabra, salvo algún error de tipeo evidente. 

Quiero empezar con un punto sobre la publicidad, y no con los "famosos" del jet set uruguayo, sino sobre conceptos vertidos sobre la DEMOCRACIA, que es un término que establece un modo de decidir, entre otras cosas, el gobierno... Y en este país existen diferentes mayorías para diferentes decisiones. En la despenalización del aborto se pedía mayoría simple. Y sí, señora, un voto, un senador/diputado, es el que hace esa diferencia... recuerde que fueron elegidos por nosotros, cualquier objeción al sistema democrático me parece un acto fascista, no estamos discutiendo el sistema, estamos discutiendo una ley. Cuando vote en octubre 2014, podremos debatir sobre quiénes tienen que estar o no, probablemente, no coincidamos...
Me parece genial el debate que se genera en torno al aborto sí/aborto no. Me parece bárbaro que la gente se movilice. Pero me genera una especie de vacío al ver que de un lado y del otro solo resaltan el aborto y la ley es mucho más que eso... No es solo el aborto en sí mismo, es el aborto como última posibilidad, lo que hay que resaltar es el camino que se recorre, las fases previas y cómo las instituciones deben obrar, brindar a la embarazada el asesoramiento necesario para poder explicarle qué puede pasarle o sentir. Yo no creo que a alguna mujer le guste abortar, no lo viví, pero no creo que sea un sentimiento de satisfacción plena. Por eso es necesario el asesoramiento psicológico, las charlas previas al momento en sí mismo de tomar la decisión, difícil y compleja decisión...
Yo no defiendo al aborto en sí mismo como práctica. Yo no soy Pro Aborto. No aliento a que la gente se lo haga, pero tampoco la condeno por ello. Simplemente, quiero que existan garantías para todas. 
Por otro lado, las leyes existen para regularizar una práctica, y en este caso un práctica que se sabe que ha existido por años, y vaya si el aborto ha existido. La Penalización del aborto no va a detener la práctica, no va a acallar nada, no lo ha hecho hasta ahora. La Despenalización, por su parte, no va a obligar a nadie a abortar. Y ese es el punto que tomo como partida, lo que realice otra persona en su vida privada no tiene por qué generarme desazón, angustia u horror. Es una decisión muy personal para que un montón de gente hable, opine y decida... 
Yo quiero que en mi país la gente tenga garantías, asesoramiento y permiso para decidir. Quiero que dejemos de mentirnos a nosotros mismos, que dejemos la hipocresía y las caretas que cubren nuestros rostros y que seamos conscientes de que la NO Ley no va a hacer desaparecer está práctica...