martes, 31 de mayo de 2016

Sociedad y otras yerbas

Acá nadie se  acuerda de nadie hasta que pasa algo fuerte. Y es fuerte si aparece en la televisión o lo publican en muchos portales de Internet.
El marconi ha sido el marconi desde siempre. Siempre al lado del camino, siempre con ese muro de concreto invisible que lo separa del (casi todo) resto de Montevideo. Y no hacemos más que dejarlo ahí, quietito, que no moleste...
El interior es el interior y ha sufrido muchas veces consecuencias por las inclemencias del tiempo. Y de las otras también, pero esta lejos, no pasa nada...
Dayanas desaparecen a diario, como Lolas Chomnaleces y ginecólogas. Pero en algo raro andaba, como va a salir sola por la playa. Mmmhhh, vino peinada de  peluquería... Es pobre, iba a trabajar, pero seguro.... A unas las buscan más que a otras ¿Por qué?

Pero no aprendemos nada. No sabemos nada y tampoco nos interesa. Porque a veces parece que es más importante esperar a que pasen las cosas, a indignarnos y buscar culpables (siempre el gobierno lidera esto), a criticar, a ser pseudo solidarios, a parecer un comprometido con la/s causa/s, a publicar un  hashtag que se vuelva TT, a ver si le dan MG o Fav y a dejar el celular/computadora a un lado y seguir con mi vida, la Real, en la que estas cosas tienen lugar solo cuando ya pasaron. Así estamos,  criticamos, pero no construimos, ni  cambiamos nada, esperamos.  #Hipocresías.